Publicación Sociocultural desde Alhaurín
el Grande. Año XV. Núm. 63. INVIERNO 2017
Valle del Guadalhorce, Tierra de Miel y
Sol, de Luz y Color y de Gente Trabajadora
VINOS
DULCES: LOS VINOS DE NUESTRA TIERRA
Antonio Rueda García. La Tasca.
En esta ocasión y después del paréntesis del número
anterior, quisiera comentaros algo de los vinos dulces, tan nuestros y
afamados. Si en cualquier lugar del mundo pides un vino de Málaga seguro que te
ponen un vino dulce.
Los vinos dulces o generosos se llaman así
por su alto contenido en azúcares y su particular manera de elaborarlos.
Llamamos
vinos dulces naturales, los
resultantes de la fermentación de mostos ricos en azúcares y que tras la
fermentación (aun siendo controlada) dan un valor alcohólico de 15-20º y
aproximadamente 60 gramos por litro de azúcares. Las variedades de uvas pueden
ser muchas pero las más usuales son Moscatel, Moscatel de Alejandría, Pedro
Ximénez, Garnacha Blanca, otras como Macabeo o Malvasía son menos frecuentes
entre las blancas y en tinto Garnacha y Monastrell que dan vinos dulces con un
contenido de taninos de la uva, espectacular.
También
podemos conseguir vino dulce (aunque ya no lo denominamos natural)
sobremadurando y/o soleando la uva para conseguir los grados de alcohol y
azúcares necesarios. O añadir un alcohol vínico (resultado de la destilación de
otro vino) para conservar los aromas, la dulzura y frescura de la uva, también
se puede potenciar los aromas pasificando la uva y tendremos un vino complejo,
intenso.
En
algunas zonas en que el uva no madura lo suficiente utilizan otro método
consistente en concentrar parte del mosto, reduciéndolo por evaporación de
parte del agua, que al añadirlo al mosto aumenta los valores de azucares y tras
la fermentación la cantidad de alcohol. Este método tiene el inconveniente que en
la reducción se pueden quemar los azúcares y resultar amargo estropeando el
vino.
Como en
otros métodos de elaboración de vinos los dulces también mejoran si se guardan
en barricas de buena madera para su envejecimiento, aumenta las características
y asimilan los aromas de la madera, se denominan como añejos o reservas.
Seguro
que hay grandes diferencias entre los vinos según la variedad de uva y el
método de elaboración pero como norma general de lo que podemos encontrar en
vinos bien elaborados son:
Aromas.
Florales, jazmín, madreselva, albaricoque, melocotón, cítricos, frutos secos…
Sabores.
Frutas: melocotón, ciruela, albaricoque, higos, miel y cera de panal,
confituras, caramelo…
Cada
variedad puede aportar sus características propia.
Moscatel. Olores florales.
Garnacha
tinta. Taninos, frutos rojos confitados.
Consumo y servicio
Los vinos
dulces pueden proponerse como aperitivo o vino de postres y en cualquier
momento como copa por puro placer. Se recomienda servirlos moderadamente fríos.
A temperatura alta serían demasiado vaporosos. En general se guardarán bien una
vez abierta la botella pero se recomienda conservarlos en frigorífico.
En caso
de guardarlos mucho tiempo (semanas) presentarán oxidación (color más oscuro) y
pérdida de frescor (planos). Se recomiendan pues consumirlos en un período
corto posterior a la apertura de la botella.
No
tenemos que preocuparnos por los restos de botella si hay invitados y el vino
es de calidad. Haced la prueba.
Como
recomendación yo os diría que los de La
Tasca son excelentes y os invito a probarlos. En Málaga y toda Andalucía
son buenos la mayoría. Los Moscateles de Málaga, Pedro Ximénez de Montilla y Jerez, en Jumilla
(Murcia) Tintos dulces como Casa de la
Ermita.
Espero que disfrutéis de los vinos dulces son
impresionantes, de nuestra tierra, y se pueden tomar en cualquier momento.
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