ASOCIACIÓN CULTURAL CORTIJO DE LA DUQUESA

A la calle Duquesa de Parcent, en el número 9, el año 1987, le nació un cortijo. En una planta baja, dando a la calle, contiguo a un bar que ha pasado a mejor vida, poniendo, en las horas de actividad, una nota de colorido, de ambiente sano y de arte y tradición cultural y festera para los cuatros costados.

Y, como todas las entidades, también tiene su historia de arranque. Surgió en un local de Muelle de Heredia donde se daban clases de sevillanas, tan en boga por los años 80. Por la academia pasaban Loli Donoso, Raquel, Mari Carmen Lepe, Eva, Trini, Beli, Chano, María Isabel, Julio, Paco Moreno y otros más, que, coincidiendo con el final del artístico curso y el inicio de la feria, decidieron comprar viandas y vino para beber y tapear en los mismos locales de la citada academia. Y, entre tapa y tapa y copa y copa, decidieron hacer algo genial como fue alquilar 12 coches buguis descapotables para ir a la feria con las mujeres ataviadas con el traje de faralaes. Duró la fiesta hasta las seis de la mañana, hora en que habían de devolverse los coches.

Aquello resultó tan bien que se propuso volver a reunirse el grupo. La dueña de la academia no dio el visto bueno y a Paco Moreno se le ocurrió la idea de fundar una peña. Dicho y hecho. Con los de la academia y otros más, se celebró una reunión en el restaurante Yerbabuena de Ciudad Jardín. Según me cuentan los peñistas, entre otros temas, se trató  de darle nombre a la nueva agrupación.

Entre los propuestos estaba el de Biznaga y el de Peña La Penca, al que se opusieron las mujeres alegando que al verlas pasar por las calles iban a decir. ¡ Ahí vienen loas pencas!... con sus pencos.

Tema más que importante era el de buscar un local. Se intentó en Trinidad Grund. Había uno pequeño y muy caro. Después en el edificio El Ancla, por el Puente del Carmen, otro, en un primer piso, que se desechó a los dos días. Por fin se encontró el ideal en Duquesa de Parcent. A Chano se le ocurrió unir el nombre de cortijo al de la calle y así surgió Cortijo de la Duquesa.

Eran unos 30 socios fundadores que tuvieron que arreglar el local, quitar escombros, arreglar el suelo y las paredes, pintarlas y adecentar todo con vistas a pasar allí el fin de año, lo que no fue posible, dada la magnitud de los trabajos a realizar.

El local era pequeño; una especie de tubo, pero, para los socios, un sitio encantador. Lo fue más cuando se pudo alquilar la otra parte del local y dar lugar al espacio de 66,30 metros cuadrados del que disfrutan hoy los 98 miembros actuales.

La primera junta directiva estuvo formada por Manuel Linares Pérez como presidente, María del Carmen Lepe Paz como secretaria, Trinidad Fernández Rus como tesorera, y como vocales José Vázquez Solero, Cándido Pérez Martín, Francisco Moreno Castillo y José Ignacio Muñoz Roa.

El local es amplio, con techo rústico de caña con enramada de flores en una parte. Termina en un recodo que cobija el bar y la barra consiguiente. Un zócalo de artístico mosaico a buena altura rodea el recinto, rematado en la mitad de uno de sus lados con una fuente, también de azulejos por la que corre el agua animada por un motorcillo.

En la pared principal está el escenario, tras el cual se abre una artística ventana enrejada y a su lado el anagrama de la entidad, en hierro, al estilo de los que definen las ganaderías. Otras ventanas, en otra de las paredes, están cubiertas con una especie de cortinas semejantes coloristas mantas cortijeras. Las paredes adornadas, sin recargar, con útiles y aperos de labranza y hasta un monumental buho, colgado, de una de las vigas, que haría las delicias de Manolo Alcántara. No podía faltar la Señora del Rocío, la Blanca Paloma, ni tampoco, la Señora de Málaga, la Virgen de la Victoria.

Hay cuadros con cantidad de fotografías del coro, del que luego hablaré, de excursiones, sobre todo al Rocío, de actividades diversas y un decálogo del cortijero, que manda amar al cortijo,  honrar los actos con la presencia, acatar las decisiones de la junta, no plagiar ideas, no alentar el desaliento ni desear el poder, y termina diciendo Diviértete al máximo, viviendo tu vida y dejando vivir a los demás. Un artístico armario-alacena para guardar las vajillas, utilizadas una vez al mes para guardar las vajillas, utilizadas una vez al mes en las comidas de hermandad, ocupa el lateral del escenario.

He hablado del coro y hay que decir que es casi una base de sustentación. Lleva por nombre de La Agrupación y está compuesto, exclusivamente por hombres, aunque, también, hay un coro de mujeres, pero ellas me dicen que sólo para andar por casa. La Agrupación la dirige Pedro Román Córdoba y, a fe de quien esto escribe, que lo hacen pero que muy bien porque he sido testigo, en varios ocasiones, de sus actuaciones en las que sabe combinar lo andaluz con el folclore de otras regiones de España o de América. El tambor rociero, guitarra, laúd y requinto acompañan las canciones de este artístico grupo. Ensayan martes y jueves y los viernes hay en el cortijo reunión totalitaria; acude todo el mundo, y la fiesta dura hasta altas horas de la madrugada, sin molestar a ningún vecino de las proximidades.

Los del Cortijo de la Duquesa, aparte de la experiencia de los buguis, participaron durante tres años en la Feria de Málaga con un espectacular carruaje, que paseaban por el recorrido de calle de Larios y se asentaban, primero en el Parque y después en calle Martínez. Como el tema degeneró, como está demostrado, lo dejaron y alquilaron locales en calle Salinas al principio, y luego en la Plaza de Félix Saénz para, posteriormente, formar su caseta en el Real en la calle de El Piyayo. Luego han prestado su concurrencia en la romería de la Feria de Torremolinos, con Mari Angeles y Paco Lucena, llevando siempre una nota especial de arte y agrado. Laura y Marina se encargan de la animación de la fiesta infantil en la feria.

Mensualmente, lo dije, se celebra una comidad de hermandad y, también, una excursión y una tertulia mantenida, cada vez, por uno de los socios. Como notas destacadas de su actividad están los Carnavales, con los bailes de los disfraces y las represantaciones de las Chirigotas con el maestro Guerrero al frente.

Los pregones de Semana Santa realzados con la belleza de las cortijeras vestidas de mantilla y el local ornamentado para el acto. Pregoneros han sido Paco Martín Sanz, Francisco Parrales, Paco León, María Felisa, Tere Capafons, Angeles Domínguez, Pepe Cueto y Paco Santamaría.

La Cruz de Mayo tiene cada año un toque diferente y muy personal. Los pregones rocieros a los que han puesto calor y voz: Antonio Guerrero, Antonio Marín, Paqui Pineda, Marsanta Berruezo, Javier Terol, Ricardo Ruiz e Ignacio Muñoz, son una especie de calentamiento para el camino.

Las representación teatrales, dirigidas por Ignacio, de donde han surgido verdaderos artistas. Los reñidísimos torneos de dominó y parchís. La Fiesta de primavera: la celebración de los aniversarios con una velada repleta de los nuevos cortijeros por monseñor Paco Merino con la elección de Cortijero o Cortijera del Año.

En Navidades se instala el oportuno belén y en vísperas Pepe Vázquez y las mujeres fabrican los deliciosos borrachuelos; acuden las pastorales y se recibe la visita de los Reyes Magos, terminando el ciclo con la fiesta de Fin de Año.

Galería de presidentes. Manuel Linares Fernández, Francisco Ranea Fernández, José Ignacio Muñoz Roa, José Vázquez Solero, Antonio Marí Pérez, Tomás Supervielle Elena y Pedro Román Córdoba.

CIF G29214665

Número de registro andaluz: 01653

Número de registro municipal: 00153

Fecha de registro andaluz: 21/04/1987

Fecha de registro municipal: 07/08/1987

Dirección: CL DUQUESA DE PARCENT, 9, BAJO

Localidad: CENTRO, 29009 MALAGA

Teléfono: 952221648-609326781-cortijoladuquesa@gmail.com

Número de socios: 107

Ámbito geográfico: LOCAL.

Fines estatutarios: CULTURAL. Fomentar y desarrollar actividades culturales encaminadas a un mayor conocimiento de las tradiciones y el folklore de Málaga, así como actividades recreativas y excursionistas que fomenten la  convivencia social y el esparcimiento de socios y familiares.

 

FADON HUERTAS, F., Historia de las Peñas de Málaga (II), Federación Malagueña de Peñas, Centros Culturales y Casas Regionales LA ALCAZABA, Málaga, 2000, pág. 60-63.