EDITORIAL. UNA DIVISION GRAVE EN EL PSOE Y EN EL GOBIERNO.
El
PSOE, junto al PP y VOX, han prorrogado el plazo de enmienda al
proyecto de Ley de Igualdad para
las personas transexuales, cuya
discusión amenaza con la apertura de un cisma en el Partido
Socialista y dentro del propio Gobierno, en el que Unidos Podemos ha
sido la impulsora del polémico texto.
Desde el punto de vista jurídico, el proyecto es tan inconsistente que el propio grupo socialista, coautor, viene ampliando el período para enmendar el texto bajo el argumento de que no es lo suficientemente garantista, dando por anticipado que podría ser tumbado en un futuro en el Tribunal Constitucional.
La ex vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, una de las opositoras a este texto, ha revelado que el proyecto de Ley fue modificado, una vez que ella sale del Ejecutivo.
Trastocado a conveniencia de UP, Pedro Sanchez acepta la imposición de la ministra Irene Montero, y ahora se ha encontrado con una profunda división en su partido.
Una brecha grave, porque notables feministas del PSOE entienden que es un ataque grave al concepto propio de MUJER.
Los elementos más discutidos del proyecto son los relativos a la protección de los menores de edad y concepto de violencia de género, así como una laxitud que podría llevar al fraude.
Varias asociaciones médicas, como Pediatría en Atención Primaria y la de Psiquiatría de la Adolescencia y la Infancia, piden que se extreme la prudencia y se vuelva a un debate más reflexivo, puesto que el proyecto permite que menores de 12 años se registren como otro género con un permiso judicial o tutorial.
A partir de los 16, no hace falta permiso ni necesidad de indicar, como hasta ahora, que se están en un proceso estable de cambio.
Entendemos que este proyecto no es válido porque las dudas expresadas por los profesionales vienen avaladas por la rectificación que han tenido que efectuar países como Finlandia y Reino Unido sobre leyes similares.

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