Cártama,
19 de abril de 1859. Don José Rovira Callau vende a don Santiago
López Pastoureau el molino que construyese en Cártama su abuelo don Leandro de
Rovira Osorio; conocido como Molino de
Rovira aún mucho tiempo después de haber desaparecido. Este molino llegó a mover
cuatro piedras a la vez con el agua que tomaba en la noria que existo junto
Venta Romero. Fue sustituido por otra fábrica de harinas de tracción mecánica y
en su entorno se creó la barriada de Los
Remedios, tan populosa y con suficiente volumen de movimiento de vecindario
y mercancías para que al instalarse la línea de ferrocarril en el Guadalhorce
se le hiciese un apeadero propio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario