Este libro HISTORIA DEL REAL AEROCLUB DE MALAGA está dedicado a todas aquellas personas que encuentran en la aviación la eterna ilusión del hombre por volar.
A Carlos Utrilla Gómez quien, desde su mundo de tizas y pizarras, me enseñó a despegar en el vuelo de la vida.
Pocas actividades humanas han cambiado tan profunda y rápidamente las relaciones entre las distintas sociedades y culturas que conforman el siglo XX como la ha hecho el transporte aéreo. Curiosamente este logro ha venido de la mano de uno de los sueños ancestrales de la humanidad: el deseo de volar.
Si bien hoy en día no podemos imaginar una sociedad desarrollada sin el impulso de intercomunicación derivado del transporte aéreo, es necesario recordar que la aviación, tal y como hoy la concebimos, apenas si alcanza los noventa años de existencia.
Imaginemos qué distinta eera nuestra Málaga allá por 1910, cuando los primeros aviadores en sus frágiles máquinas de madera y tela volaron por primera vez en nuestra ciudad, asombrando a nuestros incrédulos abuelos con sus casi imposibles piruetas. Hoy, centenares de aviones con miles de pasajeros a bordo despegan diariamente de nuestro aeropuerto, convirtiéndose este hecho en algo cotidiano de nuestra vida.
A esta vertiginosa evolución han contribuido múltiples factores, pero de manera muy especial la aviación deportiva.
Aunque hacía algunos años que se trabajaba sobre el proyecto, fue por allá 1931 cuando un grupo de entusiastas de la aviación se lanzaron a la creación de un aeroclub en nuestra ciudad. Desde entonces los éxitos conseguidos por los malagueños en el ámbito de la aviación deportiva ha llevado el nombre de Málaga no sólo a los más altos pedestales, sino también a los más recónditos lugares. Desde Cabo Norte a Australia las avionetas del Real Aeroclub de Málaga han recibido el aplauso y la admiración de todos los pueblos que han visitado.
Los nombres de los pilotos malagueños han sido, y serán, ejemplo para muchos aviadores deportivos, sirviendo de semilla para tantos jóvenes que han encontrado en la aviación la pasión por volar.
La empresa y el camino recorrido por el Real Aeroclub de Málaga no ha sido fácil. Desde los primeros planeadores que los socios del aeroclub arrastraban a lo largo del polvoriento cortijo de El Rompedizo, hasta las magníficas instalaciones que hoy se levantan en el aeródromo Leoni Benabú en Vélez-Málaga, ha sido necesario el esfuerzo y la dedicación de muchas y anónimas personas para alcanzar tan loable fin. Desde aquí, a todos ellas, queremos rendir nuestro pequeño pero sincero homenaje.
Hoy, sesenta y seis años después de su creación, los malagueños podemos congratularnos de los logros conseguidos por el Real Aeroclub de Málaga, que ha llevado orgullosamente por los cielos de medio mundo, el nombre de nuestra ciudad en sus alas.
LUIS VÁZQUEZ ALFARACHE
Presidente de la Diputación de Málaga
Utrilla Navarro, Luis; Historia del Real Aeroclub de Málaga, Málaga, 1998, CEDMA, Págs. 7-8.
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