Cártama, 12 de febrero de 1857. El marqués del Duero, que prestó 6.000
reales, a pagar en 4 plazos anuales, a José Rovira, vecino de Málaga, toma como
hipoteca el cortijo y molino llamado de Rovira en Cártama. Firma la escritura
el apoderado del marqués Juan Sánchez Navarro, ante el notario Miguel Molina de
Málaga.
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