Cartama, 19 de Febrero de 1935. Don Juan de Obras Gómez, de 48
años de edad, apodado el guareño, encargado de la Ermita de la Virgen de los
Remedios, solicita del Ayuntamiento permiso para injertar todos los arboles
silvestres que existen en el cerro de la Virgen para ponerlos en alguna
producción.
Juan de
Obras no sabía leer ni escribir por lo que recurrió a su amigo José Roldán
Aranda, apodado el bizco antequerilla y que entonces ejercía como maestro
rural, para que le redactase el documento de forma admisible y lo firmase por
él. Entendemos corresponden las pocas higueras, almendros y olivos que quedan
en el entorno de la ermita.
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