domingo, 9 de febrero de 2025

CADIZ, 9 DE FEBRERO DE 1679.

 

Cádiz, 9 de Febrero de 1679. El jueves 9 del corriente, habiendo entrado en este Puerto tres embarcaciones de Málaga (ciudad infestada, como se sabe, de contagio) les envió el Sr. Gobernador D. Félix de Silva a requerir saliesen a la Ma e intimarlas, que no hacerlo prontamente les dispararía Artillería. Y viendo no obedecían, pasó al Baluarte San Felipe , las hizo tirar un cañonazo sin bala. Pero no aprovechó el amago, preservaron ellas, en el paraje, se estaban, cera de una hora, y aumentado el Gobernador, al cuidado que le ponían, le obligaron a mandar se cargase de nuevo la Pieza (que es la que mas alcance) y repetir el tiro con balas al atacara, se anticipó el fuego con accidente, o descuido tan improviso, y fatal que solo hizo la pieza reventada, pedazos al Artilleros (cuyo cuerpo arrojó a la Plaza, menos la cabeza y un brazo, que se quedó en el Baluarte) pero mató al Capitán de la Artillería, que estaba ayudando partiéndole por medio, de la cintura arriba. También el ayudante quedó muy mal heridos y asimismo, otras trece o catorce personas, entre ellos tres Religiosos Capuchinos; uno de los cuales dicen quedará ciego. A un paje del Gobernador le alcanzó el fuego y le aturdió, lleno de la sangre de los muertos, tocando también al mismo Gobernador, y demás circunstancias, su parte de temor y peligro.

El advenimiento, fue como agüero de otro más perjudicial y horroroso . Al anochecer del mismo día se fue reforzando un viento de levante, tan recio, que toda la Bahía hubo una tormenta deshecha, cuyo efecto solo pueden encarecer los naufragios, que en 24 horas ocasionó. De Embarcaciones españolas, padeció el Navío Ntra. Señora de la Soledad que esta para hacer viaje a Canarias. Demarro, rompiendo lo cables, y vino a chocar con la creciente contra contra el Baluarte San Antonio, dando lugar a la diligencia, que el Sr. Gobernador hizo, mandado bajar con cabos unos mozos, que salvaron la gente en hombros; y después de la retirada la creciente, se le sacó la carga.

Los Navíos ingleses, Gerónimo, María, el Sumition y la Paloma, después de rotas las amarras y cables, fueron con la de la Rosa, varar a la costa de la Villa de Rota, donde están destrozados. El Ricardo y Ester, también inglés, llegó a vara la la baliza de la Cruz y con la creciente vio agarrar por encima de las peñas, hasta quedar en seco, junto al Baluarte de San Felipe, y está entero. La Esperanza, navío hamburgués, se desamarro junto a los Puntales, donde tenía dado fondos; y corriendo tres leguas de tormenta, varo en seco, en la Playa de Rota, padeciendo fieros golpes de Mar. Estaba cargando de trigo de Ámsterdam. Dos gabarras y 37 barcos de la ciudad y costas de Andalucía, se sumergieron enteramente, fin otros que ha quedado malparados y esta Ciudad llena de lastimas a tantos pobres, que han perdido su remedio y las cadáveres de los ahogados, mezclados en el a Ribera con las tablas y fragmentos que va arrojando la Mar.

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