Valle del
Guadalhorce, Tierra de Miel y Sol, de Luz y Color, y de Gente Trabajadora
Publicación
Sociocultural Año XV Número 62 Agosto-Noviembre 2016
NOTICIAS EN TORNO AL TALLISTA
DIECIOCHESCO ANTONIO CUENCA, AUTOR DEL DESAPARECIDO TRONO DE REALEZA DE LA
VIRGEN DE GRACIA, PATRONA DE ALHAURIN EL GRANDE
SALVADOR DAVID PEREZ
GONZALEZ
La
documentación procedente de los archivos sirve, en muchas ocasiones, para acercarnos
a aquellos autores anónimos que, durante la Edad Moderna, y lejos de los
círculos artísticos de las grandes ciudades también dedicaron sus vidas a
incrementar nuestro patrimonio.
Personajes,
demasiadas veces olvidados, que ocupan un papel secundario, pero no por ello
menos importante, en la historia del arte.
Este
sería el caso del tallista dieciochesco Antonio Cuenca. Hasta ahora, no
conocíamos de él nada más que su nombre, su vinculación con Vélez-Málaga, y una
de sus obras: el desaparecido Trono de Realeza de Nuestra Patrona, la Virgen de
Gracia. Con estas líneas, y a través de la escritura de Dote y arras de su
matrimonio nos aproximaremos a otras facetas de su vida.
Antonio
Cuenca debió nacer en Málaga en la primera mitad del siglo XVIII, ya que en el
documento que acabamos de citar, realizado en 1757 de manera previa a su
matrimonio con Isabel ser vezº ynatural
dela ciud de Málaga, si bien recidente
ael preste enesta villa de Alhaurín El Grande.
En él
señala como para servir a Dios Nrº Señor
y consugracia, esta tratado de casar y contraer matrimonio según lo dispone Nrª
Stª Madre Yglesia el día 3 de febrero de aquel año, indicando que su futura
esposa era hija de los alhaurinos Luis García Granada defunto y de Ana Cansino qe
al ppste vive.
El
capital detallado por el artista incluye las herramientas propias de su oficio,
que aparecen con su correspondiente valoración, en reales, anotada al margen.
Varios cepillos, escuadras y cartabones, piezas de hierro, tenazas, sierras,
taladros y cajas para hacer moldes nos muestran, de manera muy aproximada, el
modesto taller en el que Cuenca desempeñaba su oficio, a caballo entre el mundo
del arte y el de la artesanía.
Sin embargo,
el hecho de que se incluyan en la relación Cinquenta
y cinco libros del arte de tallista sirven para descubrirnos a un personaje
de un nivel de cultural bastante superior a la media. Asimismo, la presencia
entre sus bienes de tinta, sombras de China y pliegos de papel es prueba
evidente de que realizaba sus propios diseños, lo que requería una elevada
destreza y pericia técnica.
Gracias
a unas notas eruditas tomadas, providencialmente, a comienzos del siglo XX por
la Secretario de la Hermandad de Nuestra Señora de Gracia, sabemos que en 1780
Antonio Cuenca construyó la silla de la
Virgen por dos mil doscientos reales, así como que en dicha fecha era ya maestro en Vélez-Málaga. Un hecho que
demuestra que había alcanzado el grado más alto de su profesión en el gremio de
tallistas.
Este
dato evidencia que disponía de taller propio en la capital axárquica, que
atravesaba un período de prosperidad. Allí, el tallista encontró un lugar de
asentamiento propicio para atender la creciente demanda artística de los
numerosos conventos e iglesias de la zona, así como otros encargos y proyectos
procedentes de puntos más alejados, como era el caso de nuestra villa, con la
que se encontraba unido por vínculos familiares.
La
falta de protocolización de los encargos artísticos, tan habitual en la
realización de elementos decorativos y devocionales durante la Edad Moderna,
hace que, por el momento, sean pocos los trabajos documentados de Antonio
Cuenca. No obstante, en su andadura profesional se desarrolló, al menos en tres
décadas distintas, por lo que debió realizar una amplia obra. Gracias a su
escritura de Dote y arras, sabemos que para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús
Nazareno de Riogordo ejecutó diversos servicios, no especificados, por los que
se le adeudaban trescientos ochenta y seis reales.
Deseamos
que estas líneas sirvan no sólo como homenaje, sino también de punto de partida
para la búsqueda y catalogación de la producción artística de este olvidado
artista dieciochesco. El autor del primitivo Trono de Realeza de Nuestra
Patrona.
BIBLIOGRAFIA
Y FUENTES ARCHIVISTICAS
PEREZ GONZALEZ, S.D. Antonio Cuenca Maestro
de Vélez-Málaga. Un desconocido
tallista del siglo XVIII, Guión de Otoño,
núm. 2, Vélez-Málaga, 2014.
(A)rchivo (H)istórico (P)rovincial de
(M)álaga Leg. P/7009 Escritura de dote de Dª Ana Cansino, 2 de febrero de 1757,
fº 31 y siguientes.
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