lunes, 21 de enero de 2019

CALLES DE ALHAURIN EL GRANDE: OLLERIAS



Publicación Sociocultural desde Alhaurín el Grande. Núm. 70. Otoño 2018
Valle del Guadalhorce, Tierra de Miel y Sol, de Luz y Color y de Gente Trabajadora

CALLES DE ALHAURÍN EL GRANDE: OLLERIAS

SALVADOR DAVID PÉREZ GONZALEZ
Al igual que en Málaga[1] o en Córdoba[2], ciudades en las que también encontramos este curioso topónimo, el origen de esta conocida calle alhaurina podría estar en la existencia en ellas de talleres cerámicos dedicados a la fabricación de ollas.
No en vano, el Diccionario de Autoridades recoge esta palabra, aunque en singular, señalando que una ollería no es sino La oficina, tienda o barrio donde se hacen y venden las ollas[3].
Nuevamente, esta fuente parece darnos la clave, mencionándonos que tanto la producción como la comercialización solían ir aparejadas, quizás por motivos de comodidad y dada la fragilidad del barro cocido.
En cualquier caso, la práctica de la alfarería requiere la existencia de un caudal de agua, que en este caso sería suministrado por la cercana acequia de San Antón, cuyo  paso por Ollerías hace que esta calle sea conocida, popularmente, entre los alhaurinos como la de detrás del río, Trá er río[4].
Un río que, aquí, no sería una corriente natural de agua, sino el caudaloso ramal que allí llegaba desde los pies de nuestra sierra y tras atravesar las calles Molinos de Arriba y Molinos de Abajo, abasteciendo de agua a los molinos harineros y de aceite allí ubicados.
Por nuestra parte, y en el caso de la Calle Ollerías, debemos reseñar como en 1961, fecha relativamente reciente, aún existían dos molinos en activo en ella pertenecientes a D. Salvador García Aragón y a D. Manuel Moreno Zea[5].
Muy visibles son, aún, los rastros de la práctica de la molinería en Calle Ollerías. En una de las esquinas que conecta esta vía con la Calle San Sebastián, aún puede apreciarse un trozo de rueda de molino, a modo de cantonera[6].
Un poco más abajo, y en la misma acera, existen aún las ruinas de un edificio de notables proporciones e indudable uso molinero. Tanto por su tipología como por sus materiales podríamos datarlo, claramente en la Edad Moderna, y muy posiblemente en el siglo XVII, si bien parece encontrarse sobre un molino anterior. En el mismo conjunto, y a modo de torreta, se encontraría una alcubilla, quizás el único vestigio de todo el conjunto anterior a la Reconquista, y que habría sido reformada y reutilizada en la construcción moderna. De ella, y haciendo caer el agua desde la altura, se moverían los engranajes hidráulicos del molino.
Desconozco por qué motivo se ha tratado de identificar esta alcubilla, en los últimos tiempos, con una torre islámica de carácter defensivo. Una opinión que no se encuentra avalada ni por documentación histórica alguna, ni por la opinión de ningún arqueólogo experto en la materia. Y ello, a pesar de que tanto Virgilio Martínez Enamorado como Sebastián Fernández López, ambos profesores de Málaga y buenos conocedores de Alhaurín El Grande, la hayan mencionado nunca en sus estudios, siendo, tal vez, dos de los mayores expertos en la Málaga andalusí.
En nuestra modesta opinión tanto por su emplazamiento al pie de una pequeña colina, y no en altura, como por su lejanía del núcleo urbano del Alhaurín andalusí, perfectamente delimitado, y a bastante distancia, en modo alguno nos encontraríamos ante una construcción de carácter militar, pues nula podría ser su utilidad en este sentido.
Para finalizar, y volviendo a la toponimia, debemos señalar cómo las primeras referencias a Calle Ollerías no las encontramos hasta mediados del siglo XVIII. Burgos Madroñero recoge la existencia de este topónimo, unido al de Rivera del Nacimiento, en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1751[7].





[1] Cfr. MERIDA, D. 3.900 calles. Enciclopedia del callejero malagueño. Málaga, Área de Cultura del Excmo. Aytº. de Málaga, 2004.
[2] El distrito centro de Córdoba alberga, también, un barrio de esta denominación. El barrio de las Ollerías.
[3] Diccionario de la Lengua Castellana, Madrid, 1737, Imprenta de la Real Academia Española, Tomo V, pág. 35.
[4]  FERNANDEZ GARCIA, J., Romancero desde un pueblo andaluz. Cambios entre el viejo y el nuevo Alhaurín El Grande. Málaga, 2007, pág. 101.
[5] PEREZ GONZALEZ, S.D., MORILLO DEL CASTILLO, M.C., El Patrimonio hidráulico de Alhaurín El Grande, en ROSAS FERNANDEZ, A., MORILLO DE CASTILLO, M.C. (Coord.), Catálogo del Patrimonio Hidráulico de Alhaurín El Grande, Pizarra, Sociedad Cultural Guadalhorcéte, 2008, Vol. I, pp.99-100.
6 Las cantoneras eran piezas de piedra, generalmente inservibles y procedentes de derribos, que durante la Edad Moderna protegían las esquinas de las construcciones del roce de los carruajes y caballerías.
7 BURGOS MADROÑERO, M., Alhaurín El Grande. De la Edad Media al siglo XVIII, Jábega, núm. 34, Málaga, Excmª. Diputación Provincial de Málaga, 1981, pág. 80.





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