miércoles, 28 de marzo de 2018

10. JESUS ES AZOTADO

Fragmento de Imagenes  y trayectorias, de  Suso de Marcos -
Jesús de López  García.

Archivos y Cofradias de Málaga. Aproximación a sus fondos documentales. Ciclo de Conferencias, 14, 15 y 16 de marzo de 2007.  

10. JESUS ES AZOTADO
Nos dice San Marcos, que Pilato como quería quedar bien con la gente, dejó libre al malhechor Barrabás; y después de mandar que azotarán a Jesús lo entregó para que lo crucificaran. Es sin duda uno de los momentos más dramáticos de la Pasión. Un inocente amarrado para que unos desalmados pudieran descargar a placer sobre su cuerpo los bajos instintos del cobarde.

Como sabemos, la representación iconográfica en general fue creada para explicar a través de imágenes lo que el pueblo analfabeto no podía leer en los textos y aunque por fortuna entre nosotros hoy esa carencía ha quedado erradicada, se mantiene más viva que nunca, la preferencia por el mensaje plástico de los distintos pasajes bíblicos, por ello, lo mismo que en los textos, esta lectura ha de ser inequívoca y de ahí la importancia del estudio simbólico y gestual que ha de contemplarse en cada creación.

En las dos versiones realizadas, Jesús se somete al injusto castigo sin revelarse pero acusando el dolor humano como hombre que era. La primera de estas representaciones corresponde a la ejecutada para la Real Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Ntro. Padre Jesús de la Columna y Ntra. Sra. De la Caridad y Piedad de la localidad de Jódar en Jaén. Se trata de una imagen, de 178 cm. de alto, tallada en madera de cedro del Pacífico entre los años 1992-93 y que por deseo de la Cofradía es amarrado a una columna alta de línea clásica, también realizada en madera de cedro real con fuste acanalado y capitel corintio. La policromía en ambas piezas: imagen y columna, es al óleo sobre aparejo, sin caer en excesos cromáticos asimilados a la flagelación, ya que la expresividad está presente en la concepción anatómica, especialmente en el rostro y manos.

La otra versión es la concebida en principio para la Ilustre Archicofradía y Antigua Hermandad del Dulce Nombre de Ntro. Padre Jesús Nazareno de las Torres, Jesús Atado a la Columna, Stmo. Cristo Crucificado de los Estudiantes, Santo Entierro y Mª Stma. De las Ánimas, de la localidad de Álora en Málaga.
Es una talla de 180 cm. de envergadura, cuya columna baja de orden compuesto permite a la figura una mayor movilidad y que fue valorada así en un texto que el historiador José Luis Romero Torres.

La imagen de Jesús atado a la columna en madera con la superficie desnuda aún sin las primeras capas de imprimación para recibir la policromía. En esta frase podemos contemplar la calidad de talla y del modelado de la escultura que se ha concebido con una composición dinámica de herencia barroca, recordando soluciones castellanas en su actitud. El artista ha estudiado con pormenores los diferentes puntos de vista para que la escultura no pierda valor dinámico en ninguno de sus perfiles y siluetas.
A pesar de que se encuentra en el estado inacabado descrito, ya sido objeto de atención en varias exposiciones.

De la imagen de Jesús pasamos a la de sus flagelantes, mediante los Sayones realizados en madera de cedro real, entre los años 1988 y 89 para la Hermandad Sacramental y Reales Cofradías Fusionadas de Ntro. Padre Jesús de Azotes y Columna de Málaga. Se trata de dos personajes distintos: un soldado romano y un sayón, de 1,63 cm de alt, policromados al óleo sobre aparejo, que responden a los estereotipos de la maldad, no sólo por sus correspondientes actitudes, si no porque éstas ven incrementadas su brutalidad mediante la dotación de unas fornidas fisonomías que acentúan el patetismo del trágico momento. La diferencia entre los dos personajes no sólo está en las correspondientes indumentarias, fruto de su ocupación social, sino también en la edad que representan: el romano con su indumentaria, sin capa y sin casco, lo que permite mostrar unos mechones de cabellos al modo romano, como correspondería a un joven fuerte, mientras que el sayón, de edad madura y escaso de cabello, sujeta la tela desordenada con que se cubre sus órganos impuros, con una cuerda de esparto que pasa sobre uno de sus hombros.

Completa la iconografía de este mismo trono, los cuatro Evangelistas, se sitúan en las esquinas y los cuales nos refieren precisamente cada uno de los pasajes de la Pasión. Realizados también en madera de cedro real y terminación en madera vista ligeramente oscurecida y patinada, de igual forma que los Ángeles mancebos que se ubican en el centro de los laterales del cajillo y que portan sendos símbolos de la Pasión, como es: el Paño de la Verónica y la Corona de espinas.

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