Cártama, 15 de
Abril de
1931. Los resultados de las elecciones municipales celebradas dieron una amplia
victoria a la República, que es proclamada en Málaga a las siete de la tarde de
este 14 de abril. En la ciudad hubo manifestaciones y algunos destrozos. Las lápidas que daban nombre a la calle Larios fueron cambiadas por otras que le
daban el de Calle del 14 de abril.
Sin embargo, en los pueblos ganan mayoritariamente
los monárquicos, lo que es interpretado como manipulación
por parte de los caciques. Pero la explicación había que buscarla en la aplicación
del artículo 29 de la Ley Electoral de 1907, bajo la que se convocan estas
elecciones. Según esta Ley, los candidatos deben ser presentados por dos
exconcejales que los abalen y presentar un candidato sin abales supone un
complejo tramite desde días antes de la celebración.
A
pesar de las limitaciones muchos candidatos de izquierdas decidieron
presentarse en sus municipios, aun sabiendo que estaban en desventaja. En 38
pueblos ni siquiera se llegaría a celebrar elecciones debido a la aplicación del
artículo 29.
A
los Ayuntamientos con una mayoría monárquica, como es el caso de Cártama, el 27
de abril llega un telegrama desde el Gobierno Civil de Málaga, por el que son
cesados en sus funciones y nombrada en su lugar una Comisión Gestora, en
nuestro caso a cargo de don Antonio Vargas Franco y don Antonio Serrano Ocaña,
los cuales toman posesión en aquella misma fecha, y entre ellos deciden que el
primero se ocupe de las funciones inherentes al cargo de Alcalde, exceptuando
la ordenación de pagos que serían realizadas por el segundo.
Entre
las medidas tomadas por esta Comisión estuvo el reanudar la cobranza de los
Arbitrios municipales que se encontraba paralizada, lo cual se anuncia al
pueblo por medio de pregones en la noche del 4 de mayo, y como cobrador de los
mismos es designado don José Aranda Roldán. A este respecto pude recoger el
testimonio oral de José Roldán Rodríguez, más conocido como Pepe el Lili; que algunos recordaran por
haber ejercido durante años como ermitaño; que contaba como el propio José
Aranda Roldán fue el encargado de dar este pregón en la Sierra de Gibralgalia
en la siguiente forma: Queridos paisanos
y correligionarios, la república ha venido porque ha venido, como es natural
habrá que seguir pagando los consumos, yo mismo vendré a cobrarlos, Viva España
y Viva la República.
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