OBJETIVOS
DE LA PSICOEDUCACION
El
objetivo general de la psicoeducación es reducir el número de recaídas del
paciente y facilitarle un mejor manejo de la enfermedad que padece. Para ello,
trabajaremos especialmente el tema de la aceptación del diagnóstico, la
detección precoz de nuevos episodios, el manejo de síntomas y la adherencia al
tratamiento farmacológico.
La
tabla 2 recoge los objetivos detallados de la psicoeducación. Dado que en este
mismo volumen dedicamos un capítulo entero al mal cumplimiento terapéutico y su
abordaje, obviaremos el tema en el presente capítulo, no sin antes señalar que
es, junto con la detección de pródromos y el manejo de síntomas, la pieza
básica de la psicoeducación.
Grupos
psicoeducativos: objetivos de primer nivel.
- Conciencia de enfermedad.
- Detección precoz de los síntomas
prodrómicos.
- Cumplimiento del tratamiento.
Grupos
psicoeducativos: objetivos de segundo nivel.
- Control del estrés.
- Evitar el abuso de sustancias.
- Lograr regularidad en el estilo de
vida.
- Prevenir la conducta suicida.
Grupos
psicoeducativos: objetivos del tercer nivel.
- Incrementar el conocimiento y el
afrontamiento de las consecuencias psicosociales de episodios pasados y
futuros.
- Mejorar la actividad social e
interpersonal entre episodios.
- Afrontamiento de los síntomas
residuales subsindrómicos y del deterioro.
- Incrementar el bienestar y mejorar la
calidad de vida.
Tabla 2. Objetivos del
tratamiento psicoeducativo para pacientes bipolares.
MEJORANDO
LA CONCIENCIA DE ENFERMEDAD
Psicólogos
y psiquiatras solemos creer erróneamente que nuestros pacientes aceptan su
diagnóstico al cabo de unas pocas sesiones de trabajo con ellos. La realidad,
sin embargo, es bien distinta: adquirir una buena conciencia de enfermedad es
un proceso complejo que incluye aspectos del propio modelo de salud,
expectativas de proyecto vital, aspectos de la personalidad y tiene un fuerte
componente sociocultural. Por ello, dicho proceso puede tomar incluso años. La
psicoeducación puede acelerar este proceso, facilitando con ello que el
paciente esté predispuesto para adquirir unos hábitos de salud adecuados y
adherirse mejor a su tratamiento farmacológico. No tendría sentido alguno una
intervención breve destinada únicamente a la identificación precoz de síntomas
si antes no nos hemos asegurado de que nuestros pacientes entienden - y en
cierta medida aceptan – qué es el trastorno bipolar y porqué aparecen sus
síntomas.
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